El mago disidente tomó su báculo. Atravesó la ciudad a través del espejo. Rompió todas y cada una de las murallas a su paso. Como un susurro. Como un lente transparente. Aquí y allá, y por todo sitio donde fue sintieron el halo de su estela.
Bajo el cónclave, dos guardas de ley hablaron con un consorcio de gremios. Perdidos recolectores trajeron versos de ciudades y bibliotecas enormemente alejadas pro el tiempo. Prismas de luz rasgaron el cielo además de ríos y cascadas. Todo por cuanto se fue dicho fue debatido. Incluso por fríos borelaes.
Aquel druida se dejo perder en la nieve, esperando la primavera, atravesando el gran frío. Espero por un tiempo la palabra que le había prometido un esqueleto de glaciar. Un acertijo sin pies ni cabeza ante los ojos de otros disidentes. Desde el plano la distancia entre montañas era un abismo en la blanca sewnda de la nieve pura. Un tajo de espada ardiente a través del velo de una santa. De nuevo jujnto a versos de una biblioteca cuando cerraron aquellos libros y grimorios.
Nadie les dijo nada, tampoco lo esperaron
El camino por la nieve parecía cálido
Un acogedor fuego en medio de ninguna parte. Con la mirada de las montañas al cielo. Dio a contemplar los ojos de un elemental de fuego. Y el yermo del viento, como regalo de la oscuridad fantasma despertó espectros de todas las tierras que cobijaron islas del pensamiento en tiempos fragmentados.
Regalos de una guerra de máquinas, perdidos por perdidos
Una mina se abre en el corazón hacia la tierra
Donde no hay bosques y retumba el páramo del fuego
Una blanca ciudadela con paredes de metal estridente
Un canto negro de catacumbas azabache entre armaduras de oropel.
Una espada partió el alma de la canción, y ya no sonó más ese momento.
Aquello terminoó de cerrar las tapas hasta la fecha que fue ayer...
UN HOY PARA MAÑANA!!!!
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