domingo, 23 de noviembre de 2008

Ese día todo estaba en calma

En esa noche sin noche y luna sin día

Los abrazos quedaron rotos

Y sin embargo se siguió escuhcando el silencio

Y el silencio ya duraba demasiado tiempoen esas tierras

Y en ese silencio se escudaban las almas viles

Pero ¿Quien podrá acusarlas si nadie las delata?...

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