Se reunieron, como habían acordado, esa hermosa noche bajo la luna llena y el mar de brillo inigualablemente profundo. Nadie negaría lo que no podía negarse. Nadie pènsaría que nada podría pensarse porque el pensamiento siempre es libre. Tanto como la inmensidad del mar y eso es lo que lo hace tan hermoso
Se reunieron para hablar, para fabular, para gritar, para seguir soñando
Inbcluso más allá de Nunca Jamás...
domingo, 23 de noviembre de 2008
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