Sacerdotisa

2 SECUENCIA

La sacerdotisase arrodilla ante el cerezo, en susurros musita una plegaria. Las ramas del árbol se retuercen y una marcva de pétalo aparece en su frente...

El viento sopla fuerte cuando ella mira el cielo... Y en su pecho hay duda

Camina ladera abajo haciauna pequenña ermita, junto a ella una tumba grabada con una mano señala los designios de una ruta, que aunque no esta olvidada algunos transitan de cuanto en cuanto. Y nos concilia con un pasado, recuerdos que las generaciones de ahora solo sienten en vagas quimeras. Ensoñaciones


"Sacerdotisa!!!" se oye entorno a las montañas, el camino es largo, parece que nunca hay provisiones suficientes por tantas aventuras. Sin embargo palabras de bardos, de legendarias estirpes recorren las mentes de mucha gente. Una conexión mística, una muñeca o cualquier otro juguete de la infancia.


Esos que dejamos al pasar al tránsito de la madurez, cuando morimos, cuando dicen que es ley...


Uan serpiente envuelve con su ser la creación, y la escama que muchos maldicen, otros interpretan como el autentico simbolo de divinidad. Un collar entorno al cuello con mil ojos de distintas eras...


Y bajo el cielo los mismos ojos de la creación, alumbran porpartes iguales penas y alegrias.


Hoy, en aquel amanecer, y en anterior anochecer el acechance del desierto hechó mano de su daga cortagargantas para silenciar a los herejes a la diosa. Pero las blancas túnicas habían obnubilado ya a muchos, aunque nunca fuera tarde en sus corazones porque sus espíritus ya dormitaban en huecas crisálidas.


El barro primordial, endurecido por el sol, caminas entre la senda de nieves. Soterra angustias, pero tambien como el fango nos devuelve llantos y quebrantos. Y las palabras en espiral nos concilian con el sino de Don Álvaro...


Palabras para vanos corazones

Palabras para mentes despiertas

Catacumbas enterradas en las moradas del alma


La diosa aun mira como siempre...

Un manto de la vida tejido con escamas de serpiente

Un hilo con sus colmillos y una gota de cada una de vuestras sangres

Y un dulce beso en la mejilla mil años


La palabra del cielo, vista desde el infierno es eterna en el alma, en una mirada fantasma. Perdida entre cristales y viva en la mente.